jueves, 21 de octubre de 2010

TUNIS


A las 9h00 estamos en Sousse para tomar el tren que sale a las 9h30 para Tunis. Se trata de un tren moderno pero que funciona con gas oil. Son 1h y media de recorrido hasta llegar a la capital pero se harán cómodas y que nos permitirá conocer otra realidad del país.
No somos los únicos extranjeros que nos decidimos por el tren como medio de transporte. Me siento más cómodo viajando por mi cuenta que no formando parte de un grupo organizado. No porque me moleste la gente, sino porque no me gusta ese sistema de viajar.
La ventaja de viajar en tren es que te deja en el centro de la ciudad a dos pasos de la avenida de Francia y a un paso más de Bab el Bahr puerta de entrada de la Medina, que separa la parte antigua de la parte nueva de la ciudad.







Entramos a la medina por la calle de la kashba y comprobamos que todas las tiendas venden los mismos productos que ya hemos visto en Sousse. Nada atrae especialmente nuestra atención.
Al llegar a la Gran Mezquita o Mezquita Zeitouna nos advierten que solo podemos visitarla desde una barrera que da al patio pero en ningún caso la entrada da derecho a acceder a su interior.





Lo mismo nos ocurre en la Mezquita Hamouda Pasha de la que solo podemos visitar su patio y además alguien nos advierte que pasada la oración del mediodía ya no podemos estar allí. Decidimos no visitar la Mezquita de Ben Youssef decepcionados.



Después de comer en un restaurante de la medina, donde nos han cobrado más las ganas de comer que la comida que hemos comido, decidimos visitar las residencias antiguas que se conservan en buen estado y que pueden darnos una idea de cómo eran las casas de las familias más adineradas. Conseguimos encontrar Dar el Haddad con la ayuda de un espontáneo sospechoso, en donde solo podemos visitar el patio, pues se ha convertido en un edificio oficial y sus dependencias son despachos donde trabaja gente. Sin embargo su visita vale la pena. 





De allí nos dirigimos a la Medrassa Suleimaniya que hoy se ha convertido en un centro donde confluyen distintas asociaciones de tipo médico. No podemos entrar en la Medrassa Bachia pues tiene su sede una asociación cultural que imparte cursos sobre distintas disciplinas artísticas a los jóvenes. 





Seguimos rodeando la mezquita en nuestro itinerario hacia la calle Sidi Ben Arous .y la calle Pasha donde podemos adivinar las calles empedradas con sus paredes blancas y sus portales rematados en piedra arenisca.







Nos cruzamos con grupos de turistas españoles que han desembarcado de los cruceros ern la ciudad para visitarla durante el día.
Después de dar un último paseo por al A venida habib Bourguiba y sus terrazas al estilo francés (parisino) nos decidimos a dar por finalizada nuestra visita a la capital de Túnez y tomar el tren de regreso a Sousse.
Esta vez en un viejo y desvencijado tren que nos devuelve a Sousse en 2h15 o sea 45 mn. más que a la ida. A las 8h no podemos más que coger un taxi hasta nuestro hotel en Port El Kantaoui. Llegamos a tiempo para cenar y volver a nuestra habitación.

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